Arquitectura de la escasez: ¿Cómo se han convertido los diseños modulares en los protagonistas?
Hoy en día, vivimos en un mundo que se enfrenta a crecientes restricciones en los recursos naturales y a desafíos ambientales sin precedentes. En este contexto, es donde la arquitectura se reinventa, y nace lo que llamamos “arquitectura de la escasez”, una corriente enfocada en maximizar la eficiencia y reducir el impacto ambiental, que nos reta a diseñar en condiciones donde el agua, la energía y los materiales son escasos, comprometiendo a lo arquitectos no solo con el presente, sino también con un futuro mucho más responsable. Pero además, hablando de eficiencia, en este caso incluimos reducciones en tiempos y costes de construcción.
Los diseños modulares y prefabricados son herramientas clave en esta visión, además, la demanda de este tipo de construcciones ha registrado una tasa de crecimiento anual, con respecto al 2023: a principios de año se estimaba que en España la demandada de viviendas prefabricadas podía crecer entre un 15% y 20% durante este 2024, motivada por factores como el menor impacto medioambiental, precios más económicos y ahorro en el consumo de energía.
Esta técnica se ajusta perfectamente a la filosofía de la “arquitectura de la escasez”, al simplificar los procesos de construcción, y adaptarse a las situaciones en las que tanto los recursos como los materiales son limitados.
Características de la arquitectura de la escasez en las construcciones modulares
Optimización de los recursos y materiales
Se intenta utilizar materiales disponibles localmente o de bajo coste, así como minimizar el uso de recursos sin comprometer la calidad estructural y funcional de la construcción.
Diseño adaptable y flexible
En este tipo de construcción los módulos son diseñados para ser altamente versátiles, permitiendo adaptaciones según las necesidades provenientes de los cambios de espacio y uso.
Transporte
Este tipo de arquitectura apuesta por un diseño que minimice el transporte y facilite el ensamblaje in situ. A diferencia de los sistemas constructivos tradicionales, que requieren la movilización de grandes cantidades de materiales y equipos, las estructuras modulares minimizan la necesidad de transporte de elementos pesados o difíciles de manipular.
Energías eficientes y renovables
Las construcciones modulares se caracterizan por incorporar tecnologías para maximizar la eficiencia energética, como por ejemplo: paneles solares, sistemas de ventilación pasiva, o materiales con un buen aislamiento térmico.
Materiales sostenibles y reciclados
Dentro de los tipos de materiales, se priorizan aquellos reciclados, de bajo impacto ambiental o de origen sostenible, como pueden ser la madera certificada o el acero reciclado. El uso de estos materiales reduce la dependencia de recursos naturales.
Viabilidad económica y rapidez en la construcción
Permite que los proyectos sean económicamente viables, alcanzando buenos estándares con costes bajos, algo crucial en contextos de emergencia o en proyectos de vivienda accesible. Además, la rapidez en el ensamblaje de módulos favorece la construcción en tiempos cortos.
Las construcciones modulares son mucho más que una alternativa económica, representan un cambio de paradigma en la forma en la que abordamos la construcción en un mundo de recursos limitados. Al adoptar principios de sostenibilidad, eficiencia y adaptabilidad, esta arquitectura se convierte en una respuesta pragmática y ética a los desafíos contemporáneos, permitiendo construir de manera más consciente y resiliente.