¿Cómo se puede influir en la prevención de pandemias con la arquitectura hospitalaria?
Después de la pandemia del Covid-19, para los hospitales es fundamental contar con una estructura y división de espacios inteligente, y en la que se puedan adaptar los espacios en momentos de crisis.
Por lo tanto, los espacios deben ser flexibles y adaptables, para poder manejar brotes repentinos. Además, los hospitales deben contar con áreas que se puedan reconfigurar rápidamente para servir como unidades de aislamiento o zonas de triaje adicionales, permitiendo dar una respuesta ágil ante un aumento en la demanda de atención.
Otro punto para tener muy en cuenta en el diseño hospitalario es el control de infecciones y el mantenimiento de los flujos de aire. ¿Por qué? Esto se debe a que la implementación de sistemas avanzados de ventilación y filtración, junto con el uso de materiales antimicrobianos, nos ayudan a prevenir la propagación de patógenos. Es por ello, que los espacios con presión negativa y filtros HEPA son imprescindibles en áreas de aislamiento.
Relacionado con el punto anterior, además de implementar sistemas eficientes, también se debe diseñar teniendo en cuenta del distanciamiento social. Con esto, nos referimos a habitaciones amplias y bien ventiladas, junto con una clara señalización y barreras físicas, que permitan mantener una distancia segura entre pacientes y reduciendo así, la transmisión de enfermedades.
Y no solo eso, también se debe planificar cuidadosamente dónde estarán las áreas de triaje y de evaluación del paciente. Éstas deben estar estratégicamente ubicadas para una clasificación eficiente de pacientes, minimizando el riesgo de contagio y facilitando el manejo de flujos.
Es evidente además que las zonas de preparación y resiliencia son vitales. Los hospitales deben integrar tecnologías de telemedicina y planificar expansiones rápidas para enfrentar futuras crisis con eficacia.
En resumen, la arquitectura hospitalaria debe enfocarse en la flexibilidad, la eficiencia del flujo de trabajo, la integración tecnológica, la seguridad, la capacidad de almacenamiento y el bienestar del personal para ayudar a prevenir la propagación de epidemias. Un diseño hospitalario bien planificado no solo mejora la respuesta ante emergencia, sino que también contribuye a una atención sanitaria más segura y eficiente en el día a día.